En la red encontré el trabajo precioso de un escultor que la mayor parte del tiempo hace lo que debe hacer, realiza moldes y crea copias a partir de ello. Pero, en alguna parte del día, encuentra el momento para dedicarse apasionadamente a la escultura personalizada y se toma el tiempo para crear piezas únicas de su propia inspiración.
A veces la repetición hace que la emoción se disminuya al realizar una actividad. Sin embargo, si se observa de otra manera puedes encontrar la forma y el momento para darle pequeñas pinceladas de diferencia que te ayudará a mantener la emoción por lo que haces.
Hay procesos que no permiten cambiar el procedimiento o resultado al crear algo pero fuera de ese entorno puedes descubrir el gusto. Por ejemplo, te dedicas a hacer piezas metálicas en serie, esto no admite variantes. Pero si encuentras el momento para fotografiarlas en diferentes ambientes, luces, sombras o acercamientos podrías encontrar la emoción en la estética de la forma.
La emoción no viene únicamente de crear, también de observar o adquirir algo que te gusta, lo cual es una forma de apoyar y disfrutar el arte.
Para conectarte con el gusto a través de la observación, debes contemplar una obra de arte apreciando
los detalles, por ejemplo, en la escultura “David” de Miguel Angel puedes sentir la determinación del personaje por la forma en que sostiene la piedra.
¡Conéctate con tu emoción y disfruta del arte!
Por:
Edgar Rodríguez, Artista Visual
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